Leo en La Vanguardia:
Detenido por llamar 2.600 veces a información para no sentirse solo.El hombre, un desempleado tokiota de 37 años, llamaba constantemente al 104, un número de información gratuito.
Habrá quien piense que los japoneses están completamente locos, pero ayer llamé personalmente a este hombre para mostrarle mi apoyo. Cierto que él no sabía quién era (lo que me sorprendió más a mí que a él). Cierto que le hablé en español y no entendió apenas palabra y media. Cierto es, también, que me colgó y realmente no le conseguí animar, pero eso no quita para que me posicione en contra de las personas que le detuvieron (y de las que llamaron a la policía para tal vil acto).
Pobre tokiota... se sentía tan sólo... Quizás podría haber gastado su dinero ahorrado en viajar, en conocer mundo, en ir al cine y convertirse en un cinéfilo, en frecuentar prostíbulos o en aprender ganchillo, pero el eligió la vía gratuíta. Y qué? Es que no están las cosas gratis ahí para hacer uso de ellas? Yo pensaba que esa gente estaba ahí trabajando para atender a las personas que llamaran! Vale que él no pedía información de ningún tipo y sólo se limitaba a contar sus penas:
- Pues hoy fui a hacer la compra y, a que no sabes a quién me encontré?
- Señor, por favor, puede indicarme el motivo de su llamada?
- A Kishimoto. El tío va y se casa... a mí me dio mucha pena porque me recordó a mi divorcio, pero eso no quita para que le felicitara alegremente.
- Si no va a hacer ninguna consulta le ruego que despeje la línea para usuarios que la necesiten.
- Eso le dije yo! Pero él erre que erre con que el matrimonio está regido por la opinión familiar. Entonces no se me ocurrió otra cosa que...
- Oiga, cuelque o tendré que llamar a la policía.
- ...invitarle a unas cervezas. Pobre de mí! Te puedes creer que no recordaba lo horrible que era salir a beber con él? Pues esa noche se me refrescó la memoria. Vaya que sí!
- Usted lo ha querido.
- Por otra parte... no te importa que coma mientras hablamos, verdad? Decía que por otra parte no sé cómo ha podido engordar tanto, que yo tengo fotos de cuando era joven y....
Esto es como esas promociones del supermercado que hay una azafata dando jamón serrano de gratis. Uno se acerca y coge un pedazo. Al rato vuelve y coge otro tímido. La chica se ríe y dice "
coge otro, que no pasa nada". A los 10 minutos viene con toda su familia a seguir comiendo, pero la azafata coge una escoba y los espanta a todos. Pues vaya! Uno piensa que las cosas son gratis y luego se da cuenta que lo gratis varía de
casi-gratis a
apenas-gratis,
como en Yoigo.
Un día me voy a acercar a esas promociones con mochilas vacías y no habrá quien me pare. Al pobre Takahiro Fujinuma le pasó lo mismo. Él pensaba que el servicio era gratis, pero nadie le dijo que usarlo le iba a llevar a compartir celda con gente no tan amable como él... Mira que cuando yo llamaba de pequeño a telefónica para gastar bromas me decían que iban a llamar a la policía.
Y yo que pensaba que no lo decían en serio!
